Por Miguel Alonso Rivera Bojórquez
Entrevista Exclusiva, Coordinador de Comunicación Social del CEUS
Miguel Salmon Del Real sabe que un concierto que se escucha en vivo tiene una magia única. Por ello, al dirigir una orquesta sinfónica, sus interpretaciones van más allá de la esfera metafísica. Sin duda, la batuta de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes está en manos líderes, conscientes de una gran responsabilidad no solo artística, sino social y educativa.
Tuve con él una charla de café y fui testigo de su anhelo por imprimir en la OSSLA su propio sello durante este 2018. A pesar de su juventud tiene una vasta experiencia y una historia propia de esfuerzos, de tenacidad y disciplina desde temprana edad.
Nació el 10 de agosto de 1978 en la Ciudad de México. Hijo de un ingeniero industrial con estudios en piano, Miguel Ángel Salmon Folgueras y una psicóloga aficionada al canto, Ana Cecilia Del Real Magallanes. Su hermana mayor, Bibiana, es contadora y vive en Nueva York con su esposo y su dos hijos. Su hermana menor, Paulina, vive en Seattle, está casada con un norteamericano y tienen una hija.
“En países como México, con que los padres no se opongan ya tenemos artistas”, comentó sonriendo. “La música te lleva por todos lados”, confesó el joven director.
El periodista Mauricio Rábago Palafox, quizás el crítico de ópera de México más calificado en el área, y uno de los mejores comentaristas culturales, consideró a Miguel desde años atrás como el más versátil y prometedor de los nuevos directores orquestales en México.
Su formación musical comenzó en el vientre materno y continuó en el desaparecido Instituto de Liturgia, Música y Arte Cardenal Miranda que se fundó en la Ciudad de México como la Escuela Superior de Música Sacra del Arzobispado de México.
Tuvo varias sedes, pero Miguel Salmon Del Real, que desde pequeño perteneció a diversos coros, le tocó estudiar, de 1996 a 2001, en el inmueble ubicado en la Santa María La Ribera, zona entrañable para un servidor ya que viví algunos años en un departamento por la calle Dr. Atl. Quizás, sin saberlo, alguna vez coincidimos en el Kiosko Morisko a donde Salmon Del Real, iba a comer cada semana con un grupo de futuros cantantes o directores de coros u orquesta.
En el Instituto Cardenal Miranda se graduó en composición, dirección de coro y orquesta y musicología.
A los 23 años de edad la misma institución le otorga una beca para estudiar en Europa donde realiza la maestría en dirección de Orquesta (Conservatorios de Amsterdam y Paris), licenciatura en composición y estudios de Sonología (Conservatorio de La Haya).
El responsable de esta generosa decisión fue el padre Xavier Gonzalez Tescucano, quien había apoyado a otros valores mexicanos con anterioridad, como el gran tenor Ramón Vargas, entre otros.
“La escuela, y algunos benefactores de ella, me apoyaron con manutención y otros gastos por al menos cinco años. En Europa el problema no era la colegiatura, como un gasto, sino ingresar a una institución superior de música. Por años fui el único latinoamericano en programas o cursos en el terreno de la dirección de orquesta, lo opuesto que en el área de la composición donde México repuntaba con un gran número de estudiantes. Hacia 2009 el euro, según la tasa de cambio era el doble de cuando había llegado. La taza de café también”, comentó bromeando.
De esta manera, los sonidos de la tierra que lo vio nacer lo inspiraron para vivir el universo de la música, los sonidos del viejo continente le sirvieron de soporte para encontrar su esencia.
Fue así como en 2007 se convierte en el primer joven director invitado por segunda vez para tomar parte activa en los cursos magistrales de Dirección Orquestal de la Academia del Festival de Lucerna, seleccionado bajo concurso mundial por Pierre Boulez.
Desde 2009, y al frente del Ensamble Nuevo de México, ha realizado cerca de 70 estrenos absolutos de compositores mexicanos vivos y entre 2010 y 2011 fue coordinador del Foro Internacional de Música Nueva “Manuel Enríquez”, auspiciado por el INBA, docente (Orquestación, Fuga, teoría de la música y prácticas orquestales y corales) en instituciones como el Centro de Investigación y Estudios de la Música (CIEM), la Escuela Superior de Música (ESM) y el Tecnológico de Monterrey (ITESM), Campus Ciudad de México.
En 2012 se convirtió en ganador, por decisión unánime, del primer concurso para directores mexicanos de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, concurso tras el cual regresó ocasionalmente durante los años siguientes como director invitado.
Entre 2012 y 2015 se desempeñó como director titular de la Orquesta Sinfónica de Michoacán, puesto que obtuviera bajo concurso nacional concretando la primera edición del Festival de Ópera de Michoacán.
Fue el primer Secretario de Cultura de Morelia hasta marzo de 2017, y posteriormente vino la sorpresa de su llamado a Sinaloa después de haber mantenido relación profesional como invitado con la orquesta durante los años precedentes.
En los últimos años ha dirigido en Europa y Sudamérica orquestas en Polonia, Alemania, Rusia, Portugal, República Checa, Francia, Reino Unido, los Países Bajos y Brasil. En México, ha dirigido las orquestas sinfónicas de Xalapa, Jalisco, Guanajuato, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, del Politécnico Nacional entre otras, además de Michoacán y por supuesto, Sinaloa.
Al acudir a uno de sus conciertos, la voz no se detiene en el canto ni la orquesta con la música por sí sola porque es una nave que, en su conjunto, sacude las emociones.
La mano que tiene la batuta es como el capitán de un barco que con el timón y las velas busca ser el guía que, venciendo el océano y el viento, llegue a un buen puerto. Por más que se agite el mar, rompe su oleaje y el silencio para convertirse en una hermosa sinfonía.
Quizás por eso, Miguel Salmon Del Real, apasionado maestro portador de la batuta de la música en Sinaloa, para concluir la charla, parafraseo a Friedrich Nietzsche: “Mi vida es la música y sin música sería un error”.
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